Pequeña playa de cantos y gravas de dificil acceso, situada en las cercanías de los lagos de Silva, de gran singularidad y atractivo paisajístico.
Su nombre procede de la abundancia de higueras que pueblan los alrededores. Tiene una longitud de 200 metros y una anchura media de 42. Está formada por cantos rodados y tiene una evocadora belleza de carácter salvaje y virgen, al estar poco frecuentada.
Pertenece a la Parroquia de Campos y Salave, entre los núcleos cercanos se encuentran A Follada y Salave.
Alto valor natural y paisajístico. Al este de la playa se inscribe un recinto castreño: Castreda; dos de sus fosos tienen una utilidad diferente: sirven de canales para la explotación aurífera de la zona. Al oeste, el islote Los Picones.
Esta playa presenta protección medioambiental por estar catalogada como Red Natura 2000 dentro ZEPA y ZEC.